El empleo de la escritura como instrumento para el conocimiento de las personas no es nada nuevo.
En la obra Prosper Aldorisius de J.
Toledo (2018) se nos cuenta c mo ya en 1611 este personaje era capaz de saber, viendo la escritura de alguien, la constituci n de su cuerpo, cart lagos, m sculos, venas y arterias; y describe su fisonom a, tez, color del pelo, tama o de orejas y nariz y un largo etc tera.
No sabemos c mo lo hac a, pero a finales del siglo XIX hubo alg n hospital en Francia e.